martes, 18 de diciembre de 2007

05 de diciembre

Comí en la mensa con Laura. Pensé que iba a ser un miércoles como cualquier otro pero cuán equivocado estaba. Todo comenzó cuando al salir de la mensa Laura me comentó que tenía que ir a mi barrio para hacer de modelo para una diseñadora a la que casualmente había conocido. Neri iba a acompañarla pero finalmente no pudo por lo que me ofrecí no solo a ir con ella hasta mi barrio sino también estar con ella durante la sesión fotográfica.

Llegamos al atelier, que estaba en un edificio medio derruido al que se accedía a través de una escueta cochera. Los edificios contiguos eran pabellones que aparentaban llevar allí desde la guerra, con la fachada descuidada y el interior en ruinas. Se rodaba un corto por los alrededores, había focos y telas por todo el patio interior. El atelier era la viva imagen de la inquilina, Diana, caótico pero a tono con los viejos e inhabitados edificios, quien nos recibió con los brazos abiertos. La fotógrafa hablaba en castellano y le dijo a Laura que comenzara a cambiarse tras agradecernos que asistiéramos.

Había dos chicas que parecían modelos, muy serias y maquilladas, casi inexpresivas, que marcharon junto a la fotógrafa fuera para empezar las fotos. De pronto, Diana se acercó a mí y me preguntó que si podría hacer de modelo masculino para ella, pues venía otro chico pero tenía ropa más adecuada para mi talla (L). Ante la sorpresa, respondí que sí, que no había problema, y unos segundos más tarde me estaba cambiando junto a Laura. Estábamos muertos de vergüenza pero nos reíamos. Los pantalones no me subieron más allá de las rodillas. En cambio la sudadera me quedaba un poco holgada.

La descripción de la ropa sería de alternativa, con muchos remiendos y jirones de tela cosidos sobre sudaderas y pantalones a cuadros, a caballo entre la estética punk y grunge de principios de los 90. Salimos fuera y tras ver cómo posaban las modelos, decidimos intentar ser un poco más naturales que ellas, si bien no lo hicieron mal. El tiempo apremiaba pues la iluminación era escasa y estaba anocheciendo (eran menos de las 17h). Laura se veía forzada al igual que yo. Evitábamos reírnos pero tampoco podíamos ponernos serios, consiguiendo una expresión cuanto menos desconcertante.

Volvimos para cambiarnos de ropa y esta vez nos hicimos fotos a lo “fashion victim”, en un carrito de montacargas. Finalmente le pedimos a la simpática fotógrafa que nos retratara juntos y comenzamos a hacer el tonto subidos en el carro. Ni que decir tiene que fueron las fotos que más nos gustaron porque eran más naturales, riéndonos bailando en el carrito. Antes de marcharnos, Laura tenía más ropa que ponerse y esperé sentado hablando con el chico que iba a ser el modelo, que había llegado. Estuvimos comiendo bizcocho de zanahoria (me encanta) que Diana había puesto a nuestra disposición. Diana compartía atelier con otro diseñador que requirió de los servicios de Laura para que hiciera de modelo para él durante unos instantes.

Sabíamos de antemano que no iba a haber remuneración, pero al final, en la despedida, Diana nos regaló unos broches de tela de diseño grotesco (Laura y yo nos miramos sigilosamente pensando “¿qué demonios es esto?”) y nos dijo que nos pasaría las fotos después de navidad. Nos despedimos y fuimos bajo el paraguas hasta la parada del tren riéndonos de lo sucedido.

Hicimos tiempo merendando en mi casa (que quedaba cerca) hasta que nos encontramos con Anton en Heumarkt, donde planeábamos patinar sobre hielo. Con lo que había llovido la pista estaba empapada y era imposible, por lo que fuimos a tomar algo de Glühwein, un vino tinto típico de las navidades alemanas, que tiene la peculiaridad de tomarse caliente en taza (si devuelves la taza te reembolsan dinero, si te la quedas, ya has pagado por ella). Dimos una vuelta y paramos a tomar unas cervezas. Al marchar a casa, paramos de nuevo en la pista y pese a los pataleos por intentar resistirse, introdujimos en volandas en la misma a Laura (que alegaba no tener miedo) hasta que unos seguratas nos echaron riéndose del espectáculo.

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Para que podais haceros una idea de cómo fue la ropa, os aconsejo que visiteis la web de Diana:
http://www.subjektiva.de

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Perri!! no sabs q? el otro día me llamó Diana a España, me daba de nuevo las gracias por las fotos y m hacía saber que ya staban listas! Así que a la vuelta le llamamos y las vemos :) jeje, spero que stés bien. Un beso grande (F), Lau.

Jeparla dijo...

Jajajajaja, que bueno, como mola. Sin comerlo ni beberlo, modelo acabas siendo xDDD. Por cierto, entre en la web y tienen tienda en Barcelona! (o eso creo haber leido...) xDDDD Alomejor ponen tus fotos alli xD
Saludos!!!!

Anónimo dijo...

Mimo Van der Loo xDD Que crack, para que despues digan que los modelos no tienen cerebro, ahí estás tu para desmontar estereotipos.

mimotaku dijo...

¿Sí, Lau? Pos ve preparando la firma que pronto empezaremos con los autógrafos!
Jep, aprovecha ahora que todavía no soy famoso y te hago descuentos en las fotos firmadas xD
Penny, ahora es cuando salen a la luz mis años oscuros de actor porno amateur xDD