jueves, 10 de enero de 2008

18 de diciembre

Me desperté tarde (debido a la falta de sueño acumulada) y recordé que aquella mañana en el curso de alemán celebraríamos un almuerzo con comida hecha por cada alumno. Decidí preparar una tortilla de jamón y me presenté en cuanto pude en clase, donde todos se hallaban inmersos en las presentaciones de sus platos (con predominancia de los dulces). Hubo de todo: postres turcos, madalenas, galletas, bizcochos, tapas, bombones, comida china… y mi tortilla de jamón, que me sentí culpable por llevar, ya que no me acordé de los compañeros musulmanes que tenía (no pueden comer carne de cerdo, y algunos encima seguían con el Ramadán), pese a que recibí buenas críticas a mi plato.

Nos despedimos entre villancicos alemanes (muchos de ellos con traducción al castellano) y con un cuento ruso en alemán que Nastya leyó mientras firmábamos dedicatorias navideñas.

2 comentarios:

Jeparla dijo...

Joder, pues si estaban en el ramadan aun vaya putada les hicisteis entre todos... xDDDD

mimotaku dijo...

Tendría que haber llevado aceitunas, que siempre quedan bien xDDD